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Foto noticia La senda de los ICO hacia el precipicio de la reestructuración empresarial Opinión 18 may 2022 Tribuna de opinión en el diario Expansión de Ricardo San Marcos, Vicepresidente y Director de Concursal de Vaciero, sobre las reestructuraciones y el papel de los préstamos ICO. FUENTE: Expansión AUTOR: Ricardo San Marcos

Allá por los primeros compases del 2020 el Gobierno planteó un escenario inicial de contención frente al Covid-19 ya conocido por todos: los ERTE, préstamos ICO y una batería de ayudas públicas para poner freno a los efectos que se preveían que la crisis originada por el virus iba a generar a nivel económico y social.

Cumplidos dos años de la irrupción de la pandemia, la situación lejos de haberse clarificado se ha vuelto aún más gris tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, la crisis por la falta de suministros o el incremento del precio de las materias primas. Todo un cóctel explosivo que ha estallado de lleno en las empresas y, como no podía ser de otra manera, ha impactado de lleno en su cuenta de resultados de una forma negativa.

En este sentido, al inicio de esta crisis muchas empresas financiaron sus pérdidas con el aval del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para tratar de sostener sus cuentas. En la actualidad, las empresas que solicitaron dichos avales para aguantar el chaparrón se encuentran ante el fin de las carencias de los préstamos pese a la reciente prórroga aprobada por el Gobierno a finales de marzo de este año en el marco del Plan Nacional de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania.

Ante esta situación, el crédito ICO se torna más protagonista que nunca en cualquier acuerdo de refinanciación empresarial: bien de manera extraconcursal, donde el crédito ICO se convierte en financiero; bien de forma concursal, que puede ser a través de convenio anticipado u ordinario.

En cualquiera de los casos, el crédito ICO para a ser un player con un ticket en el pasivo y debe participar activamente ante una situación de insolvencia empresarial. Esto es un gran cambio con respecto a su papel previo a la llegada del COVID-19. Anteriormente, el ICO era un actor más bien pasivo en este tipo de operaciones, dado que su posición solía ser marginal con respecto el total de la deuda de las compañías. Ahora, el crédito ICO no sólo es que sea un pilar esencial, sino que además tiene la clave de la decisión para que salga adelante un acuerdo de refinanciación extraconcursal o la aprobación de un convenio en el que debe haber adhesiones y su voto favorable.

¿Por qué ocurre esto? El ICO no tiene instrumentos definidos para apoyar esos acuerdos. Esto ocurre porque el ICO es un aval que se plantea, en préstamos con las entidades financieras, como una cláusula pari passu, lo que significa que las pérdidas se comparten entre el banco y el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, que solo abonará el aval al final de la operación, perteneciendo la titularidad y la defensa del crédito a la entidad financiera hasta entonces.

Así todo, ese aval que otorga el ICO procede del Ministerio, con lo cual, lo tutela la citada entidad, y este es el que tiene que tomar las decisiones sobre las operaciones financieras de esos avales. Como el Ministerio es un órgano público, sus créditos los gestiona en última instancia la Agencia Tributaria, que es la que al final se tiene que adherir y votar en cualquier tipo de acuerdo. Con lo cual, las entidades financieras no tomarán ninguna posición que no autorice el citado Ministerio y la agencia Tributaria no votará ningún acuerdo que tenga que ver con ese crédito porque nunca ha participado en este tipo de acuerdos de quita o de espera largo.

Por lo tanto, nos encontramos a un Gobierno que ha puesto a disposición de las empresas miles de millones de euros en avales ICO, ha financiado los mecanismos de los ERTE, ha mantenido una moratoria concursal durante más de año y medio y, cuando las empresas han tratado de sobrevivir y hacer sus deberes, la propia regulación de los créditos ICO va a generar que estas acaben en un proceso de reestructuración e incluso, en última instancia, en liquidación.

Un escenario además que se torna más complejo dado que el Banco de España ha señalado recientemente que ya hay 3.000 millones de euros en forma de préstamos avalados por el ICO que se encuentran impagados.

¿Qué futuro les espera a las compañías ante esta incertidumbre? Salvo que el Gobierno ponga en marcha medidas que reviertan esta situación y otorguen otro papel al ICO, las empresas se verán encaminadas hacia el precipicio de la reestructuración o incluso finalmente abocadas a la liquidación y, por tanto, a su desaparición.

Tribuna de opinión publicada en el diario Expansión el 18 de mayo de 2022.

Más información:

Ricardo San Marcos

Vicepresidente y Director del área Concursal de Vaciero

rsanmarcos@vaciero.es

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